Hoy es 14 de abril


Hoy es 14 de abril, día en el que se proclamó la República en la calle tras la victoria de la coalición republicano-socialista en la mayor parte de las capitales de provincia (menos Soria) donde las elecciones no estaban amañadas. La proclamación desbordó a las autoridades y el Rey decidió abdicar y marcharse de España, acabándose con el ominoso reinado de Alfonso XIII y con las dictaduras de Primo de Rivera (dimitido en el año 30) y del general Berenguer.

La II República supuso el mayor intento modernizador y democratizador ocurrido en España hasta ese momento. La Constitución se inspiró en la de Weimar, se aprobó una nutrida legislación social, se separó al Estado de la Iglesia, se trató de solucionar el problema agrario con una reforma agraria, se aprobaron amplias libertades, se inició un camino para solucionar la cuestión nacional, se intentó neutralizar la acción política del Ejército (fracasando), se construyeron miles de escuelas, los intelectuales se volcaron con la enseñanza popular o apoyando a la República naciente, etc. Sin embargo, las reformas de la II República (en el Bienio progresista, y con el Frente Popular) tocaban los resortes de poder que había mantenido la oligarquía española hasta ese momento, y amenazaban con desmoronar el régimen construido desde la Restauración. Este hecho provocó que, tras la victoria del Frente Popular, los militares conservadores decidieran, junto a la trama civil, derribar mediante un pronunciamento militar a la República. El fracaso del pronunciamiento derivará en la Guerra Civil con las consecuencias que ya conocemos.

Paradójicamente la revolución social (ya sea de inspiración marxista o anarquista) explotó en el marco de la Guerra que trataban de evitar los militares con el golpe. 

No me extenderé en la guerra y sus consecuencias, pero si añadiré que los luchadores por la libertad que soñaron con un mundo mejor, y lo fueron materializando durante aquellos años, con muchas contradicciones y dificultades, yacen en cunetas, pasaron muchos por el exilio, fueron utilizados otros como mano de obra esclava en obras del franquismo, etc. La memoria democrática de este país está ocultada por el pacto de la desmemoria de la Transición, mientras perviven los lugares de la memoria del golpe y de los golpistas (aunque cada día menos).

España tiene todavía esta asignatura pendiente, reconciliarse con su pasado, rescatar la memoria de los luchadores por la libertad y la democracia y reparar a las víctimas del franquismo (que fueron mayores que durante la guerra). Cuando esto se haga cerraremos este capítulo negro de la Historia de España.


Pedro González de Molina

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