La edición del evento local en Madrid financiado por los mismos participantes, es una oportunidad para recrear el ambiente de las conferencias TED en California (siglas que responden a los términos Technology, Entertainment & Design) Este evento está gestionado independientemente de la organización americana, bajo su licencia y cumpliendo unos estándares. Felicitar a los organizadores, cuya cara visible es Antonella Broglia
Cada otoño hace cuatro años, el Matadero de Madrid recibe a más de 400 participantes y casi 25 ponentes en una jornada de presentaciones sobre experiencias vitales, proyectos innovadores e “Ideas Worth spreading” como dice el lema de la organización. Más de 4000 eventos locales en todo el mundo buscan emprendedores sociales que muestran sus proyectos a un público esencialmente con inquietudes de participar en proyectos colectivos.
La primera sorpresa nada más llegar recibir varios de los “microrelatos” (sí con una r) que iba regalando “La mala de la película” No pude más que escribir unos versos para contrarrestar dicho ataque de generosidad en partículas literarias.
Durante el desayuno, la oportunidad de empezar con el networking hablando y debatiendo sobre los topics de los eventos de estas características. La accesibilidad de la gente que acude a los Tedx es una de las razones por la que merece la pena ir.
Las conclusiones tras tantas horas de ponencias interesantes hay que basarlas en el poder que tenemos los ciudadanos y ciudadanas para poder intervenir en los procesos sociales, tecnológicos, económicos y culturales, sean de la dimensión que sean.
Hay iniciativas micro, que buscan mejorar el nivel de vida de comunidades con desigualdad, como Boa Mistura, artistas callejeros que a través del graffiti en zonas de Brasil. El poder que tiene el arte como generador de experiencias sociales.
Otras iniciativas son de ámbito global, usando ejemplos de diseño de todo el mundo confieren el poder de las experiencias de otros para el aprendizaje mutuo. “Inteligencias colectivas” Desde estas propuestas micro compartidas globanmente, han ido ahondando para llegar hasta debates de distribuciones urbanísticas, uso de los recursos naturales, sostenibilidad económica, etc. El poder que tiene compartir.
Pau Llop ahondó en las posibilidades de la ciudadanía como auditora del periodismo, habiendo creado herramientas que favorecen los comentarios, comprobación de datos y validación de noticias. El poder que tiene la población para comprobar la veracidad de la información para que no esté en manos de los grandes grupos de comunicación
Me recordó mucho a la iniciativa que hemos llevado a la política con BasesenRed el viaje que nos relató uno de los primigenios “Boraboros” de la isla de “Colaborabora” El concepto del procomún y de investigar en cómo generar redes de participación efectivas con los problemas que surgen en el camino, es sin duda una de las iniciativas más conceptuales por una parte y prácticas en su aplicación que me llamaron la atención. El poder de las sinergias para generar nuevos paradigmas sociales, solo existe si la colaboración propositiva.
Artistas solitarios e inusuales como Hyperpótamus aprovechan de la tecnología amplifica su mensaje para hacerlo grande y acogedor. Sus canciones, a través de pequeños ritmos minimalistas grabados en samplers, van creciendo por la acumulación de voces y ruidos que el artista va introduciendo en sus compases rítmicos repetidos una y otra vez. Lo mejor de su obra ver como la música montada trocito a trocito genera una obra entendible y sorprendente. El poder de las cosas simples para llegar a retos importantes
Uno de los puntos más interesantes fue el speech en Esperanto que dio David de Ugarte. Partiendo del uso de un lenguaje común como tienen los programadores y la comunidad que el software libre ha generado en el mundo, explicó la necesidad de una lengua común para poder comunicarse entre todos en una relación de igualdad. Toda su charla fue en Esperanto, una lengua que suena teatral, cercana y por qué no decirlo, algo friki. Muy sugerente. El poder de las palabras para generar una confianza social.
Así fueron sucediendo actos, entre los cuales asistí a una de las “unconferences”, propuestas por el público. Titulada “¿Qué quieres hacer con tu vida?” llevada a cabo por Miguel Ángel de “Quiero salvar el mundo haciendo marketing” fue una buena conversación/debate sobre como vincular el marketing con la vida de la gente, a través del estudio de preguntas básicas como la que titulaba el evento. Estudiantes y gente vitalista coincidimos en que a través de las redes es posible hacer campañas que generen sinergias entre personas con perspectivas de vida parecidas. El poder de las redes para responder preguntas complejas, poniendo en relación a personas con intereses comunes.
Me llevo buenas ideas en la mente de esta edición y muchas más historias en la cabeza de las que en un artículo puedo escribir. Enhorabuena a tod@s los que hicieron del TedxMadrid un laboratorio de ideas que promueven unir a colectivos para destacar el poder que puede tener la ciudadanía si se plantea participar. Nos vemos el año que viene.