El mayor reto que hoy tenemos es el
cambio climático. Pero su aceleración coincide con el agotamiento de una
fase de la historia de España y su sistema político: la Transición.
Vivimos tiempos de transiciones políticas y ecológicas.
Viendo los acontecimientos que están
sucediendo en España —como ya he dicho en otra ocasión—, la República
quizás esté más cerca de lo que podemos pensar o imaginar. En tal caso,
el reto de la República será superar el nominalismo del debate
monarquía/república y lograr que su venida origine en la sociedad una
impregnación real de los valores cívicos republicanos. Una sociedad con
estos valores es más fácil que desarrolle la fraternidad —tan necesaria
en estos momentos—, un lazo de unión más fuerte que el de la
solidaridad. Un lazo de unión con los restantes habitantes del planeta.
Es evidente que los males de España —la
corrupción entre ellos—no van a desaparecer porque seamos una República.
Pero una sociedad con valores republicanos puede afrontar mejor estos
males y la transición ecológica que necesariamente hemos de poner en
marcha, para iniciar el camino hacia un modo de vida acorde con los
límites que el planeta impone. Un camino hacia un modo de vida más ético
en todos los aspectos: humano, político y ecológico, en el que el
fracaso en uno de ellos implica el fracaso en los demás.
La gente —como nos dice el CIS— está
pidiendo que el Estado conduzca a la sociedad a la sostenibilidad.
Hagamos que la República lo haga. De esa manera se cumplirán nuestros
deseos. No tenemos otra forma de escapar del desprecio y del odio.
Nuestro y de las generaciones futuras.
Francisco Soler
http://mas.laopiniondemalaga.es/blog/barra-verde/2018/07/16/tiempo-de-transiciones/
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