Sexo, humor y machismo.


Sexo, humor y machismo forman una combinación letal que se usa con frecuencia como canal de expresión para la apología más brutal y explícita de la violencia sexual. Violencia que suele mostrar la relación de poder del macho depredador contra personas más vulnerables.

Donald Trump, presidente electo de EE.UU., aseguraba en una grabación que se hizo pública en la campaña electoral que “las comienzo a besar, es como un imán, no puedo ni esperar […] y cuando eres una estrella te dejan hacer lo que quieras, puedes hacer lo que quieras […] agarrarlas por el coño. Puedes hacer de todo”.

Roberto Fantuzzi, presidente de la Asociación de Exportadores de Manufactura de Chile, es conocido por comparar a las mujeres con la economía porque ambas deben ser “estimuladas” para activarse, y por regalar en un acto público una muñeca inflable al ministro chileno de Economía Luis Felipe Céspedes.

Manuel Muñoz Molina, vocal de la Cámara de Comercio de Sevilla, se abalanza sobre la dirigente de Podemos Teresa Rodríguez, de visita en la institución, para taparle la boca y darle un beso fingido.

Jorge Cremades, joven alicantino, es famoso por sus videos cómicos que promueven roles de género y comportamientos sexistas, llegando en algunos a incitar a la violación de forma explícita. A pesar de ello, el pasado 1 de diciembre Los40 le entregó el galardón de «Influencer del año» durante la celebración de sus “Music Awards”.

Buena parte de la población coincide con Freud al sospechar que todo chiste disfraza parte de lo que queremos decir o hacer; así pueden expresarse no pocos deseos de forma que, al resultar menos directos, logran reducir el rechazo que se pretende evitar. Por eso en todos estos episodios se ha producido un movimiento de protesta que ha obligado a sus protagonistas a tratar de mitigar sus efectos.

Aun así los protagonistas tienen algunas cosas en común: se trata de hombres heterosexuales que se justifican en una falta de intencionalidad misógina, que consideran desmesuradas las críticas y que piden perdón si es que alguien ha podido sentirse ofendido/a, pero entienden que sus palabras y sus actos han sido sacados de contexto para convertirlos en víctimas de juicios de intención inexistentes en su ánimo, y que las críticas de las que han sido objeto no habrían tenido lugar si la gente tuviera un poco más de sentido del humor.

Y la excusa cuela. Hasta donde yo sé a ninguno de ellos los ha dejado su pareja ni sus amigos. Ni Trump dejó de ser elegido presidente, ni Fantuzzi o Muñoz han visto disminuir la cartera de pedidos de sus empresas (faltaría más, qué tendrá que ver lo uno con lo otro), ni me consta que Cremades haya perdido a sus más de 7 millones de seguidores/as —entre Facebook e Instagram— o los más de 350.000 suscriptores/as en YouTube.

La gente parece tan ajena a la trascendencia de estos episodios que las pasadas navidades contribuí a difundir una frase que circulaba por las redes; la frase me hizo gracia y muestra mejor que cualquier argumento nuestra conciencia sobre el estado de ánimo del personal: «Amigas feministas, recuerden que es nuestro deber arruinar las cenas familiares con nuestras opiniones. Buena suerte, camaradas.»

No obstante, ni las fiestas ni la pasividad cómplice de esa parte de la opinión pública acostumbrada a mirar para otro lado han impedido que un grupo de amigos sensibilizados contra las violencias machistas consideráramos pertinente hacer un llamamiento, a través de change.org, para lograr el máximo de firmas posibles con las que exigir a Los40 y al Grupo PRISA que “Retiren el premio de «Influencer del año» a Jorge Cremades”. 

Se trata de una acción modesta frente al rearme del machismo más rancio que he descrito más arriba; una iniciativa que difícilmente logrará movilizar a tanta gente como la que le sigue en las redes sociales, pero que aspira a conseguir las suficientes firmas como para que él tenga que ser más cuidadoso en el futuro y para que tanto Los40 como el Grupo PRISA tengan que reconsiderar su decisión.

No nos interesa tanto valorar la calidad de su humor como nos molesta la omnipresencia del machismo y el sexismo en sus vídeos y la incitación explícita a la violación en algunos de ellos (“Cómo llevarte una chica a la cama”, “¿Vas borracha y estás sola?” ). Nos repugna que se atreva a afirmar en una entrevista, no sé si a modo de broma, que “hay más violaciones a hombres que a mujeres”; nos repugna que contribuya a naturalizar prácticas como la violación a través de un discurso aparentemente inocente de guerra de sexos, en un país que este año va a superar los 100 asesinatos de mujeres por violencias machistas, y donde una mujer es violada cada 8 horas.

Necesitamos que cajas de resonancia como Los40 busquen y promuevan referentes alternativos que se posicionen a favor de la Igualdad y que, en el caso de ser hombres, representen modelos que no sean violentos ni machistas.
La iniciativa ya ha logrado más de 7.500 firmas que esperamos multiplicar en los próximos días, si los hombres que comparten nuestro punto de vista rompen su silencio frente a las violencias machistas y apoyan la lucha que lideran los feminismos para construir un futuro compartido en el que no haga falta tener que ir de valiente para sentirse libre.




 José Ángel Lozoya Gómez es Miembro del colectivo “Hombres contra las violencias machistas”

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