“Todo Estado Democrático de Derecho que está seguro de sí
mismo, considera que la desobediencia civil es una parte componente
normal de su cultura política, precisamente porque es necesaria”
(J. Habermas)
¿Una paradoja lo expuesto por Habermas? ¿Qué quiere decir este
fragmento? Primero una breve explicación de los “elementos
centrales del texto”, que siempre puede ser contrastada, revisada y
criticada, pues puedo estar errado.
Punto uno: la definición de lo que es Desobediencia Civil.
Resumiendo burdamente a N. Bobbio, la Desobediencia Civil es un
grado intermedio entre el acatamiento total de las normas, leyes e
instituciones , y la resistencia activa y violenta (revolución) ante
las mismas- escojo a Bobbio porque de los que conozco es el que mejor
significado le da al concepto- y que se caracteriza principalmente
por:
- Hacer algo que está prohibido, no es una protesta o manifestación, es deliberada y voluntariamente hacer algo prohibido como forma de protesta.
- Es pública, debe quedar constancia de lo que se está haciendo, aunque sea un delito a las leyes imperantes.
- Es colectiva, debe ser practicada por un número suficiente para hacer valer su representatividad.
- Es parcial, pretende modificar parte de la norma con la que no está de acuerdo, si fuera total sería más un proceso revolucionario que desobediencia.
- Es pasiva y pacífica. El colectivo que lo hace se somete y reconoce el estado de derecho y asume que está infringiendo la lógica del mismo, no existe violencia en ello.
Por lo tanto la Desobediencia Civil es una infracción deliberada,
como forma de protesta que se hace a cara descubierta y por un grupo
numeroso de personas, que aceptan el Estado de Derecho, pero que
necesitan hacer dicha manifestación como presión a sus demandas.
Punto dos: qué es un Estado Democrático de Derecho. De los
varios y numerosos autores, no escojo ninguno, porque casi todos
coinciden en lo principal, siendo una concordancia académica. Un
Estado de Derecho es aquél en el cual los ciudadanos y las
instituciones se someten al imperio de la ley, normalmente con una
norma suprema (Constitución); es democrático cuando los
depositarios de la soberanía son los integrantes de una ciudadanía
que goza de libertades esenciales y derechos. Soberanía que se cede
a unos representantes electos, en elecciones libres, periódicas y
competitivas. Libertades y derechos cómo los de reunión,
participación, deliberación, de elección y elegibilidad, prensa,
información, expresión, etc… en definitiva que pueden participar
en la vida política libremente y conformar una Opinión Pública que
rija el destino de la ciudadanía, bajo un Estado de Derecho, que
puede ser mutable en sus leyes, por elección mayoritaria de los
ciudadanos.
Así pues lo que quiere decir Habermas, a mi entender, es que la
Desobediencia Civil es necesaria cuando un Estado Democrático de
Derecho se desvía de sus principios rectores y su normal
funcionamiento: tanto para dar voz a minorías, como para corregir
posibles ataques al mismo por parte de los que detentan el poder
cedido. Un Estado Democrático de Derecho seguro de sí mismo, no
teme a las protestas ni a la Desobediencia Civil, porque es un
elemento de garantía y de control de la ciudadanía, propietaria de
la soberanía del Estado de Derecho, al que se somete
“voluntariamente”, y que usa cuando no hay otros medios
institucionalizados que den vos y solución a los conflictos que
surjan. Pues eso es la Política, resolución de conflictos de una
forma pacífica y evolución de la convivencia hacia una paz pactada.
Para eso debe implementarse de herramientas como la democracia, la
deliberación, las instituciones, la representación y la opinión
pública. No creo en la política de Von Clausewitz de resolución de
conflictos al precio que sea, creo más en la de Habermas de
transformación social y paz pactada.
Toda esta parrafada la suelto para mostrar el alcance e intención,
con la que el gobierno electo de España, redactó la Ley
Mordaza bajo la premisa de “regular” la seguridad ciudadana
y el derecho de manifestación y reunión. Es miedo a la ciudadanía.
De siempre se ha dicho aquello de que cuando un “perro chico”
ladra enseñando los dientes es porque te tiene miedo. Esta semana se
ha demostrado cómo ladra el “perro chico”, pues no podemos
olvidar que el pueblo, la ciudadanía o el conjunto de los españoles,
somos el que manda, los cedentes del poder. Con ello lo que pretenden
es que cada cuatro años- si no adelantan elecciones por causas
electoralistas y ventajistas- sea cuando ejerzamos el poder. Sólo y
exclusivamente cada cuatro años, como una especie de fenómeno de
“el niño” que convulsiona todo. Es como poner las “normas del
rebaño”. Todo el documento está impregnado de un principio que
han manoseado: la paz, la seguridad y la tranquilidad ciudadana, como
si fuéramos seres infantiles que no saben lo que quieren, en un
acto de “paternalismo”, en el mal sentido de la palabra. Han
dejado claro que ellos saben lo que es “mejor” para la
ciudadanía, tratando a ésta como un rebaño al que hay que dejar
pacer tranquilo (paz y pacer, de la misma raíz). Instaurando un
orden estricto, cuando cualquier persona coherente sabe que lo
absolutamente estático tiende a corromperse y perpetuar
estructuralmente sus vicios, y lo dinámico tiende a mejorar, pues
va mutando, probando y eligiendo lo que mejor va adaptándose. Es
instaurar el “orden”, la tranquilidad, la paz impuesta.
De un plumazo intentan barrer la Opinión Pública: concentración de
medios de información en oligopolios Mass-Media, la modificación de
la ley de Propiedad Intelectual que ha hecho que buscar noticias por
internet no vaya a ser tan fácil; y ahora la Ley para la Seguridad
Ciudadana. No son medidas de control de la ciudadanía, eso es un
error, son medidas de independencia de las instituciones y los
gobernantes, respecto de los depositarios del poder. No pueden
controlarnos, porque somos más, lo que buscan es hacer lo que crean
más conveniente sin manos atadas. Los únicos que pueden ejercer el
control son los integrantes de la ciudadanía, que es la que ostenta
el poder; las instituciones y el estado como mucho pueden coaccionar.
Nos han uniformado de tal manera que creemos que son los que mandan,
que poco podemos hacer. Han creado una categoría oligarca en la que
con los elementos más caducos y tradicionales del Estado, pretenden
hacer lo que les plazca, sea para beneficio propio o no, durante
cuatro años, sin contestación de los que mandan. Y sabiendo que la
manifestación, contestación y la desobediencia civil son las únicas
formas que nos quedan de “control” sobre ellos, ya que no somos
un pueblo revolucionario “a priori” y acatamos el Estado
Democrático de Derecho, ese que tanto nos ha costado conseguir,
aunque sea muy deficiente, y ahora intentan barrerlo de un plumazo.
Saben el “gasto” y “coste de oportunidad” de una
participación constante en la política por parte de los ciudadanos,
para eso se crearon los sistemas representativos, para que podamos
estar a lo nuestro y otros lleven la carga. Traban la participación
y corrompen la transparencia, todo queda en conceptos vacíos, de
escaparate. Dificultan el control sobre los Administradores del
Estado (y de los partidos tradicionales) para que no sea tan fácil
dirigirles. Y finalmente, cuando cierran las puertas a los medios de
control lógicos, ponen barreras a la manifestación pública,
agravando la posibilidad incluso de participar en una colectiva
protesta de Desobediencia Civil.
Finalmente buscan el adoctrinamiento a través del control de los
medios de información, si esto no es una afrenta a un Estado
Democrático de Derecho, es que sólo lo será un golpe de estado. Si
esto no es el ladrido frenético del “perro chico” porque sabe lo
grandes y amenazantes que somos, y cuál es nuestro verdadero poder,
es que entonces estaré equivocado. Espero que despertemos como
pueblo y como ciudadanía, y nos demos la oportunidad real de
redirigir nuestro proyecto de convivencia y futuro.
Rafael Ruiz Herbello. Ciudadano.
6 comentarios:
La desobediencia civil debe de producirse cuando se da un Estado fallido, pero jamás en un Estado en las que parte de las instituciones funcionan. Una desobediencia de ese tipo conduce a una dictadura en un Estado no fallido.
Es evidente que la desobediencia civil es necesaria para paralizar la aplicación de la ley mordaza.
Buenas tardes. Un buen apunte, pero la desobediencia civil puede producirse cuando un Estado de Derecho democratico rompe parte de la comunicacion, no es necesario que sea un Estado Fallido. Quizas lo que indicas es mas un proceso revolucionario. La desobediencia implica acatar el Estado de Derecho, por lo tanto los mandatarios estarian bajo ley. No llevaria a esa conclusión. Ahora un proceso revolucionario que pusiera en jaque la totalidad del Estado de Derecho, si que podría.
Hola Jose Antonio. Gracias. Seria una soluciòn si realmente escucharan. Esa es mi duda. Pero no seria una mala opción.
La desobediencia civil siempre ha estado ligada a los derechos civiles y sus principios fueron establecidos en 1848, con la publicación del libro del mismo título por Henry David Thoreau, que sistematizaba los reflexiones de su desobediencia, en 1846, a pagar impuestos por su oposición a la guerra contra México y la esclavitud en los Estados Unidos. Algunas de las personas más emblemáticas defensoras y practicantes de la desobediencia civil son León Tolsói, Rosa Parks, Mahatma Gandhi, Martin Luther King,las sufragistas...
Una opción de decir que no se estan haciendo bien cosa, una forma pacifica de reabrir o aperturar la comunicación... un desafío pacífico a la POTESTAS... desde la legitimidad soberna de una.parte de la ciudadania
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