El significado y el alcance de la Renta Básica Universal (RBU) es aún desconocido por sectores amplios de la ciudadanía (véase http://www.redrentabasica.org/). Quienes la van conociendo, a menudo se convencen de su conveniencia y aun de la urgencia de su implantación, en un contexto como el que vivimos de desempleo estructural, precariedad y exclusión crecientes. No obstante, muchas personas oponen objeciones, que se agrupan en dos clases: que no debe percibir dinero público quien ya tiene lo suficiente; que no debe darse dinero público a cambio de nada.
A) Por qué debe ser
universal para el conjunto de la ciudadanía, también para quienes
tienen ingresos suficientes:
1) Debe serlo al igual que lo
son todas las políticas públicas que atienden derechos universales
de ciudadanía (como aspira a ser la RBU). Tratándose de estos
derechos, el Estado, para materializarlos, queda obligado a recaudar
de todas las personas en proporción a sus ingresos, pero a
proveerlos universal e indiscriminadamente a los miembros de la
comunidad política: a nadie se pregunta en la consulta médica o en
la escuela qué situación laboral o patrimonial tiene, sino solo su
condición ciudadana. Y tampoco se pregunta si hará mucho o poco uso
de la infraestructura de comunicaciones, hidráulica, en seguridad,
etc, sino que contribuye vía impuestos en su parte alícuota y
proporcional a sostenerlas. Pese a lo que quepa pensar, el principio
de indiscriminación en las políticas públicas es bastante común,
extendiéndose a todas las medidas que se consideran básicas o
prioritarias. Pues igual con la RBU.
2) Porque al ser universal
elimina de raíz la corrupción en la gestión y la secuela de
“favores” y clientelismo que, inevitablemente, conllevan todas
las ayudas condicionales. Porque mientras aquella no es graciable en
absoluto, los subsidios lo son siempre en algún grado, dejando al
arbitrio de los cargos públicos otorgar prebendas con que obtener
fidelidad servil y silencio político. Súmese a esto que la medida
abarata enormemente el gasto de control, inevitable en todos los
subsidios o, como ahora se les llama, “rentas mínimas” o
“garantizadas”. Y algo más importante: la RBU ampara nuestro
mutuo respeto, pues evita a las personas necesitadas la peregrinación
interminable ante las ventanillas públicas y el fastidioso papeleo,
en realidad una degradante “oposición a pobre”.
3) Porque, aunque la cobran
todxs lxs ciudadanxs, no todos los bolsillos ganan. La RBU supone una
potente transferencia de rentas de la parte rica a la parte pobre.
Porque excedido un cierto nivel de ingresos o patrimonio, las
personas pierden dinero. Por decirlo brevemente, las personas ricas
pagarían las rentas básicas de las pobres, aunque seguirían
cobrando la suya. La RBU no elimina las diferencias de ingresos y
patrimoniales, pero las supedita a que nadie quede a merced de nadie.
Porque la libertad y la equidad son bienes superiores a la riqueza.
B) Por qué debe ser
incondicional, entregada a cambio de nada:
1) Por razón de caridad,
porque ésta, en su sentido genuino, es amor a nuestrxs hermanxs, a
quienes deseamos el bien como a nosotros mismos. Entre los bienes, el
derecho a la existencia es el primer derecho humano, de igual
importancia a una sanidad y una educación universal. Estos tres
derechos, junto a la libertad política, son esenciales para
garantizar efectivamente (no solo formalmente) la dignidad de cada
quien y del conjunto. Por tanto, deben tener prioridad sobre todas
las demás medidas públicas (incluso sobre las infraestructuras, tan
dispendiosamente dotadas). Siendo así, y reconociendo que el nuestro
es un mundo monetarizado, la existencia en condiciones mínimas de
autonomía no puede garantizarse si no posee cada quien con seguridad
un ingreso básico. Proveer ese derecho es exigencia inexcusable de
toda comunidad política que defienda los derechos humanos. Porque
compartimos con John Rawls que la justicia (no la riqueza o su
creación supuesta) es la primera virtud de las instituciones
sociales. De otra manera, queda mermada la humanidad de todxs y de
cada uno.
2) Por razón de libertad,
pues si la comunidad política en su conjunto no ampara con lo
elemental a todxs sus integrantes, quienes lleguen a carecer de lo
básico pierden su libertad y están a merced de otrxs. En esa
medida, se resiente para todxs y cada unx la libertad, que solo puede
florecer y ejercerse entre iguales: porque la libertad es afirmación
autónoma que el sujeto mantiene consensual o conflictivamente entre
sus pares; porque la autonomía es inherentemente social y su esfera
se amplía para todxs en la medida en que se reduce la esfera del
dominio y su correlato la servidumbre. Así lo sabe el republicanismo
desde siempre. Por tanto, amparándonos mutuamente de la servidumbre
y la necesidad, fortalecemos nuestra libertad.
3) Por confianza en la
humanidad, en su creatividad y fortaleza, pues tales atributos se
encuentran aun en las condiciones más inhóspitas. Cuanto más si se
ampara colectivamente la libertad, la caridad y la cooperación, al
tiempo que se arbitran medidas políticas que acoten el medro, el
egoísmo y la ambición, vicios más graves que la holgazanería.
Siendo así, aun admitiendo que muchos quehaceres necesarios y aun
vitales para el mantenimiento de cualquier mundo son ingratos y
penosos, los pueblos podrán hallar las fórmulas para proveerlos
evitando la coerción. Es decir, se hará lo necesario por
procedimientos basados en la equidad, la justa retribución y el
premio. De paso, dejarán de hacerse muchas labores superfluas,
perniciosas y tóxicas que hoy se hacen a costa de la
servidumbre de millones de seres solo para contrarrestar la
frustración y el tedio de otros tantos millones.
Ah, nos olvidábamos de la
financiación. Para esto os recomendamos que consultéis el estudio
que han realizado Jordi Arcarons, Javier Torrent y Daniel Raventós
(http://www.sinpermiso.info/),
en el que demuestran que la RBU es financiable con solo modificar el
IRPF, haciendo que paguen más los que más tienen, incluso dejando
intacta el resto de la estructura tributaria y de gastos vigente.
Félix
Talego, Lola Vela, Antonio Moreno.
Plataforma por la Renta Básica Universal de Sevilla
Plataforma por la Renta Básica Universal de Sevilla
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