DECÁLOGO DE LA BANCA EN TIEMPOS DE GLOBALIZACIÓN


  1. El Dinero es mío. Todo el dinero del mundo tiene que estar controlado por Mí; está ahí para que Yo lo gane: primero lo fabrico, después lo paseo para que se llene de valor con el trabajo, sudor y sangre de mucha gente, y una vez cargado debe volver conmigo.

  1. Antes lo mío era hacer negocios con el dinero de muchos, cobrándole a cada cual por los servicios que hacía, y animando a la gente a ahorrar mediante los intereses que les daba. Ahora, Yo el Banco soy propiedad de unos cuantos expertos en ingeniería financiera, cuyo objetivo es especular con productos cada vez más sofisticados y opacos, para “desbancar” a los demás competidores mundiales, y hacerme más fuerte, aunque para ello me vea en la necesidad -lamentablemente- de tener que hundir a alguna que otra nación.

  1. No se trata hoy de trabajar para solucionar problemas de clientes individuales o grupales de personas humanas, sino de conquistar el mercado mundial al precio que sea, porque sólo seguirán comiendo los mejor situados en el mundo omnipotente del Mercado Único.

  1. Mi utopía es el crecimiento monetario indefinido. Para ello es necesario destruir lo viejo (del pasado hay que hacer añicos) para crear continuamente nuevas necesidades, explotar al máximo las posibilidades, y tratar de reducir al patrón oro no sólo el tiempo, sino hasta las dudas y los sueños del enemigo, que es todo aquel que no tenga el dinero conmigo.

  1. Excepto los genios de gran valía que se matan a buscar esa utopía (y bien que les pago), la gente sólo es interesante en grandes números, grandes consumos, grandes operaciones. Gracias a aquellos supertalentos, esta pandilla de “mataos” pueden tener seguros sus ahorros, y Yo contribuir a la perpetua creación de empleo.

  1. Todos estos son los nuevos valores que me hacen sentir verdaderamente orgulloso y disfrutar de mi función como Banca. Y no esos hermanastros que copan los setenta paraísos fiscales diseminados por todo el mundo...

  1. Desde el final de la guerra fría, cuando nos quedamos campeones únicos de la economía mundial, nos lanzamos a poner en práctica nuestra utopía, inventando nuevos productos financieros más complejos, conectados con intereses de bancos de cualquier parte del mundo, de grandes empresas de fabricación de armas, de cosméticos, de medicinas, de alimentación transgénica..., lo que ha fortalecido el sistema bancario mundial.

  1. La clientela que no ha conseguido hacerse experta en finanzas ha dejado a mi disposición cantidad de dinerito contante y sonante en todo el mundo, que empleo en lo que me parece bien; por otra parte, Yo no doy intereses por la confianza de los depositarios en mí: son ellos los que tienen que pagar por todos los productos que voy creando y los servicios con que he conseguido hacerme en los últimos siglos.

  1. ¿Qué era eso de “Obra Social” que hacían las Cajas de Ahorros? ¿Se puede seguir creyendo que una entidad bancaria es una obra de caridad para los pobres? ¿Se crea así riqueza, o se parchea “ad infinitum”? Hemos conseguido seriedad en las cuentas, rentabilidad del Mercado, suprimir obras sociales: AHORA es cuando todo va a funcionar.

  1. Este decálogo se resume en una idea: En la total incapacidad para resolver los problemas que plantea la aldea global, y en su increíble capacidad para agravarlos, el neoliberalismo demuestra que no funciona: hay que cambiarlo.

Manolo Aljarafe
Terrible verano del 2011

7 comentarios:

Isabel Camacho (voluntaria de FIARE SUR) dijo...

Sí. Te conozco bien. Hace tiempo que te vengo observando y te sigo la pista. Tu también sabes quien soy. Soy justo tu opuesto. Represento la intermediación financiera al servicio de la justicia. Represento los valores de los que tu careces y reniego de lo que tu presumes. Conmigo están las conciencias despiertas que te han visto la cara y se han horrorizado. Yo no especulo. No tengo afán de lucro y busco únicamente la sostenibilidad. Me dedico a la economía real. Me ocupo de dar respuesta a las necesidades de las personas y del planeta. Acojo a aquellos que tu desprecias y busco mecanismos para que el dinero pueda llegar a los más pobres. Defiendo el Comercio Justo, la Agroecología, la Cooperación con países del Sur, la inserción e inclusión social... el derecho a ser antes que la búsqueda del tener. Apoyo la Economía Solidaria y soy la solución limpia y nueva del Futuro. Tú representas lo podrido y gastado del pasado y pronto habrás de dejar paso a lo nuevo. SOY LA BANCA ÉTICA CIUDADANA Y PARTICIPATIVA. FIARE ES MI APELLIDO.

Isabel Camacho (voluntaria de Fiare-Sur)

Evaristo Fernández dijo...

Efectivamente la Banca es un engranaje más de este sistema donde el fin es obtener el máximo Beneficio, con la peculiaridad de que el riesgo lo asume con el dinero de otros y con la complacencia de quienes buscamos un buen rendimiento a nuestros ahorros. Ahora que todos se escandalizan de lo poderosos que son los mercados no somos conscientes de que nostros somos parte de esos mercados. El cambio comienza por uno mismo, por ello, creo que Isabel tiene razón. La Banca Ética es la única manera de desligarnos de los mercados financieros.

Javier dijo...

Estoy de acuerdo, nuestros actos de consumo reflejan nuestra manera de estar en el mundo. Pero parece que no somos conscientes de nuestra identidad política como consumidores ¿nos hemos dado cuenta de lo que está pasando? ¿sabemos que nuestros actos de consumo pueden ser actos (no sólo económicos, también políticos) de poder en el mercado?

Anónimo dijo...

LA SOPA DE SOBRE es la culpable.Todos sabemos que !donde este una buena sopa se pescado PREPARADA POR NOSOTROS....!, o una rica porrusalda, la sopa de cocido y la carne con tomate que viene detras; comprandolo todo a nuestro alrededor, DEDICANDOLE TIEMPO,pasandonos las recetas solidariamente, transmitiendo cultura, comiendo juntos socializando en la reunion, hablando. Pero no, nos empeñamos en comer esa mierda que no sabemos de donde viene, ni quien la hace, ni con que.Esa mierda enlatada, bien vendida, que basicamente es cancerigena, pero que desembarca avalada por LA GRAN EMPRESA. Deslumbra, avalada por los estudios de mercado,es mas rapida ,es amarilla, sabe mas ,...El tema es que el sabor al final es amargo,la velocidad no sabemos donde nos lleva(donde la gran empresa de la sopa de sobre quiere), y todo el mundo sabe que la sopa de sobre se come cuando estas solo.

Anónimo dijo...

Pues como bien dice Anónimo, la Sopa de Sobre tiene toda la culpa... creo que tod+s tenemos el deber moral de consumir "lo cercano", pero lo hacemos???, metemos los envases en las bolsas amarillas que tenemos en casa??, este es el peligro de vivir en la comodidad...Estoy convencido que la Banca Etica puede ser un principio de solución, pero invertimos nuestros ahorros en la Banca Ética??, Estos podrian ser nuestros pequeños propósitos, aunque todavía no sea Año Nuevo, "Piensa en Global, actúa en Local"
fdo: El Judas

Acción Politeia dijo...

Gracias, anónimo Judas.

Para los que quieran dar curso a tu invitación de adelantar sus propósitos de año nuevo, envío enlace sobre una iniciativa española de banca ética y soberanía financiera que se está financiando por suscripción popular:
http://www.fiare.org/

Esmeralda dijo...

La sopa de sobre, la falta de tiempo y la falta de COMPROMISO... TODO NOS LLEVA AL MISMO SITIO: AL MIEDO. Miedo a no tener, miedo a perder.

No como ecológico porque "Es más caro"; pero de qué me sirve ahorrar en la comida, si lo que como no me nutre o me enferma, y por comerlo nuestro planeta se degrada. Mejor sería comer menos, comprar menos, ser más delgados, más sanos y felices... y empezar a cultivar, aunque sea en una maceta.

No pongo mi ahorro en banca ética porque no me fio: ¿Y si lo pierdo? Además, en otros sitios dan más interés: Miedo, Avaricia, Mentalidad Capitalista. Y mientras tanto, entrego mi cuota monetaria de poder a entidades sin escrúpulos, a personas sin corazón, que empobrecen al mundo y enriquecen a minorías, destruyen el entorno mientras buscan un refugio seguro par ellos, aunque sea en el espacio exterior.
Se ha dicho tantas veces. Seamos capaces de hacerlo: Quitemos nuestro apoyo a la banca convencional y empujemos a la banca ética. Seamos artífices del mundo que queremos.

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