En marzo de 2020 una situación excepcional, pero cuya posibilidad estaba en la mente de algunas personas, nos confinó en nuestro domicilios haciéndonos perder el contacto con nuestro entorno tanto social como natural. Fueron 98 días con mucho tiempo para observar, co sentir lo que estaba ocurriendo y buscar espacios calma y silencio donde empezar a ver el futuro que venía, que viene.
Desde la Asociación del Camp a la Taula decidimos que ese futuro lo vamos a construir las personas, que es el momento de recuperar nuestra corresponsabilidad con la vida y dedicar nuestros saber y trabajo a construir aquello que realmente queremos. Así nace Albal Circular tras una sucesión de causalidades que nos hacen encontrar un propósito compartido con diferentes grupos de interés de nuestro pueblo. Uno de ellos la administración local. Vamos a regenerar el planeta, a devolver al suelo lo que hemos extraído de él históricamente, vamos a proteger e incluso a recuperar la biodiversidad, vamos a darle a la naturaleza el papel central que debe tener en nuestra vida y vamos a empezar por allí donde tenemos capacidad de hacer, en nuestro pueblo, en Albal.
De este modo se ha organizado un proceso de recogida de residuos orgánicos urbanos que conjuntamente con los restos de poda de los jardínes y parques del municipio, se utilizan para producir compost. Un compost impulsor de vida que enriquece los suelos, que acerca la vida a lo más preciado que hay, ella misma, la vida.
Lo más apasionante de todo este camino ha sido abrir los ojos y ver la comunidad diversa que surge alrededor de la idea de devolver la dignidad al planeta. Vecinas y vecinos diversos, en todos los sentidos que no se observan entre sí como diferentes, sino que obvian esas diferencias y participan por un objetivo conjunto. Una reflexión a la que no todas han llegado pero que nosotras trabajamos por amplificar. Un camino que comenzó hace ahora casi un año y que, más allá de sus componentes románticos, se enfrenta a los asuntos mundanos, entre ellos el dinero y las finanzas.
Si bien tanto el Ayuntamiento de Albal como la Generalitat Valenciana han dotado económicamente a la asociación para el desarrollo de este proyecto, entre otros proyectos hermanos, la realidad de las subvenciones nos posiciona en una situación de falta de liquidez que podría conducirnos a no tener capacidad para justificar parte de esas subvenciones y no poder así acceder a ellas.
Por este motivo y como alternativa a la financiación bancaria tradicional, vemos en Fonredess la pieza que nos va a permitir, dentro de plazo, conseguir los fondos necesarios para cubrir las facturas que deben ser aportadas a la Generalitat Valenciana y acceder así a los fondos que ya nos han sido concedidos. Solicitamos así una ayuda puente que nos permita poder acceder a la subvención de la Generalitat y que será devuelta tan pronto se nos abone por parte de esta el importe concedido.
Comunicación FonRedess http://fonredess.org/
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